viernes, 22 de julio de 2011

Midnight dream.

En las noches me convierto en quien verdaderamente soy, las cosas cambian por la noche, porque nadie puede contener mis sentimientos. No me gustan las noches porque me siento estúpida y vulnerable, porque no dejo de pensar en él, no me gustan las noches porque saben a tequila del malo y hacen que se me salgan las lágrimas. No me gustan las noches porque por las noches puedo pensar y éso es horrible, porque en las noches las películas se parecen a tu vida durante todo el nudo y se diferencian en el desenlace. No me gustan las noches porque todo es más difícil y mi salvavidas no está a mi lado. Por las noches me muero de miedo, tengo un miedo horrible a que él deje de pensar en mí, pero éso sólo pasa por las noches. En las noches quiero llorar y casi siempre lo logro porque, a estas horas, todo se ve demasiado negro como para ser soportable. Odio las noches con todas mis fuerzas porque no hay casi nada bueno en ellas. La gente se deja y discute por las noches, los besos verdaderos se dan cuando hay luz, no por las noches. Las noches son las protagonistas de las pelis de terror, dan escalofríos, las noches nos dejan desprotegidos, nos odian. Las noches me hacen pensar en él, porque él es mi noche y, cómo no puedo odiarle, tampoco odio las noches.

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